lunes, 31 de octubre de 2011

Una vía infernal hacia un paraíso productivo

San José de Ocoa. En esta provincia hay descontento, porque muchos productores agrícolas y ciudadanos comunes perciben una desproporción en la balanza. Ese descontento es motivado por una carretera que no sirve.

Los productores ocoeños aportan la tercera parte de la producción nacional de vegetales, un 40% específicamente. Sin embargo, la vía que deben usar para trasladar esos rubros es un camino envuelto en piedras y zanjas y bordeado de precipicios.

En el trayecto Ocoa-Piedra Blanca (por dentro, como suele decirse), se observan más de 39 puntos críticos. Se trata de una situación que genera temores, especialmente entre productores de invernadero, que tienen colocadas en ese sistema de cultivo inversiones por unos US$20 millones (unos RD$750 millones).

Entre las comunidades que sufren los estragos del deterioro de la vía se encuentran Las Avispas, Rancho Arriba y Nizao (de Ocoa). En detalle, se requiere reparar 42 kilómetros de Ocoa al cruce de Ocoa, 15 kilómetros de Nizao a Rancho Arriba y 30 de Rancho Arriba a Piedra Blanca (carretera Sur-Cibao, en sentido general). En total, los residentes en la provincia San José de Ocoa demandan el arreglo de 87 kilómetros de carretera.

"Sólo de cultivo bajo techo, sin contar la producción a cielo abierto, en la provincia Ocoa tenemos unos 800 mil metros cuadrados, 300 mil de ellos en el valle. Tenemos que ver qué se hará con la vía de comunicación para no arriesgar toda esta inversión", sostiene el productor de Rancho Arriba Manuel Peralta. La Fundación Ocoa de Pie y las organizaciones sociales y del transporte han dado también un paso adelante. "Queremos que las autoridades vengan por aquí ahora, no cuando ocurre algún desastre natural para que los vean en la televisión, como suelen hacer", dijo un dirigente de los sectores.

De las zonas productivas de San José de Ocoa salen diariamente 50 camiones cargados de los vegetales que se consumen en muchos hogares dominicanos. "Cada vez que uno de esos vehículos hace tres viajes hay que llevarlo al taller, porque sufren majando piedras y cayendo en hoyos", sostiene Francisco Montilla, de la empresa Font Gamundi, señalando uno de los tramos en la carretera.

Mientras, Eduardo Mejía, síndico de Rancho Arriba (Partido de la Liberación Dominicana), confía en que el Gobierno intervendrá la vía de comunicación terrestre.

Montañas y la licitación

Manuel Humberto de Jesús transita cada día la carretera Rancho Arriba-Ocoa en un viejo jepp. Como consecuencia del deterioro del camino, el trayecto que recorría en media hora, actualmente le toma dos, según dijo. Su preocupación principal puede advertirse en una simple conversación. "Uno se pregunta qué se hará con la vía de comunicación de este municipio laborioso y productivo", sostiene.

Ayer, la Oficina Supervisora de Obras del Estado invitó a las empresas nacionales con experiencia en obras viales a presentar propuestas para la construcción de la carretera Juan Adrián-Rancho Arriba- San José de Ocoa. Antes, en agosto, el Ministerio de Obras Públicas anunció que abrió un proceso de contratación para la licitación de la "reconstrucción y mejoramiento de la carretera Cibao-Sur".
Rancho Arriba paraiso natural

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martes, 25 de octubre de 2011

Ocoa: meca de los invernaderos en RD


Rancho Arriba. Esta provincia se ha convertido en la meca de los invernaderos en el país, a tal punto que aporta cerca del 40% de los vegetales cultivados en República Dominicana y una tercera parte de la producción nacional en ambiente controlado.
De aquí salen más de 50 camiones diariamente llenos de vegetales, de comunidades como Rancho Arriba, La Horma y El Pinar. De manera global, en la provincia hay unos 800 mil metros cuadrados de estructura, 300 mil de ellos en el valle. Se cultivan, principalmente, ají morrón y tomates variados. Esa cantidad de metros cuadrados representa una inversión de unos US$20 millones, o sea, unos 750 millones de pesos dominicanos.

El productor de Rancho Arriba, Manuel Peralta, entrevistado en su finca, dijo a El Caribe que entre el 60 y el 70% de la producción bajo techo se destina para exportación, principalmente a Estados Unidos y se exploran nuevos nichos de mercado, entre ellos las pequeñas islas. Peralta tiene 37 mil metros cuadrados de estructura para producir bajo ambiente controlado. No exporta de manera directa, pero sí lo hace hacia Estados Unidos la empresa que le compra su producción.

“Cada día en Rancho Arriba empleamos mejores prácticas agrícolas para poder entrar a los nuevos nichos, que son más exigentes con la calidad e inocuidad. La mayoría de los productores de invernadero de la zona estamos preparados para la certificación”, aseguró Peralta.

Tanto este experimentado productor, como otros consultados coinciden en afirmar que en el renglón de tomate esta provincia proporciona el 80% de la oferta nacional. Ahí están contados los tomates cultivados bajo techo y los de cielo abierto. 

El gerente de la empresa Font Gamundi, Francisco Montilla, sostiene que “debido al aporte que hace la comunidad ocoeña en materia agrícola, debiera ser mejor apreciada por las autoridades estatales y sin embargo, no lo es”.  Por cada 5,000 metros cuadrados de invernadero, existen entre seis y siete empleados directos. 

El propietario de Invernaderos del Valle, Severo Ballestero, sostiene que la mayor inversión existente en Rancho Arriba es privada. Aunque no fue entrevistado en el mismo lugar que el gerente de Font Gamundi, coincide con éste en cuanto al débil interés que ponen en San José de Ocoa ministerios como el de Obras Públicas y el de Agricultura. 

“Si usted quiere comprobar si lo que digo es cierto o no, sólo fíjese en la carretera que debemos emplear para sacar las cosechas”, expresó Ballestero.  

Aprovechó también la visita de los periodistas a su finca para mostrar aparatos de última generación usados para suministrar los nutrientes y el agua por goteo a cada una de las plantas que tiene en sus estructuras techadas. “Si te fijas, estamos más avanzados que muchos otros lugares que implementan este método para cultivar vegetales. Ahí está precisamente la clave para que nos hayamos ido, incluso, por encima de Constanza”, sostuvo Ballestero, sin perder un solo instante para mostrar cada uno de los avances logrados en su propiedad.
Rendimiento por unidades
En  Rancho Arriba los propietarios de las estructuras bajo ambiente controlado usan cada vez mayor tecnología,  con mejores resultados por cosecha, y frutos más sanos.

Entre la producción bajo techo y la de cielo abierto hay una notable diferencia. Como su nombre lo indica, en la producción controlada hay una serie de situaciones que se manejan, lo cual no ocurre cuando los frutos se exponen libremente.

“Nosotros nos cuidamos de usar productos nocivos a la salud en los invernaderos. En cambio, usamos productos estrictamente autorizados, cuestión que no afecten la salud de los consumidores”, sostuvo Manuel Peralta. Muchos invernaderos cuentan ya con un buen seguro internacional.
Puntos clave en el corte
Una planta después de trasplantada en invernadero tarda 75 días para que sus productos sean cosechados (si el productor espera que adquiera el color para venderlo) y si desea cortarlo verde, puede hacerlo a los 65 días. Por ejemplo, el ají pimiento puede cortarse y venderse verde o luego que adquiera su tonalidad amarilla. 

Generalmente un ají pimiento se cotiza a razón de 35 pesos para el consumidor en los supermercados. En el caso del tomate, una plantación  que no tenga problemas, permite obtener 60 cortes en seis meses de cosecha. Los cortes se realizan cada tres días. Si es de ají pimiento, los cortes son cada 35 o 40 días

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