viernes, 24 de abril de 2009

Patología Forense confirma que supuesta vacuna milagrosa provocó una muerte en Rancho Arriba

Algunos pacientes padecen de otras complicaciones de salud después de recibir la sustancia desconocida

Los familiares de la mujer de 63 años, que falleció luego de recibir una vacuna promovida por un supuesto naturista como una cura milagrosa contra el Sida y el cáncer, se querellaron este jueves ante la Fiscalía y la Policía de San José de Ocoa contra los responsables.

Aracelis Suárez de la Cruz, hija de la fallecida Ana Mercedes de la Cruz, explicó que las querellas fueron incoadas luego de que el Instituto de Patología Forense de Santo Domingo ofreció los resultados de la autopsia practicada al cadáver de su madre.

Los resultados de la autopsia determinaron que la vacuna milagrosa fue la causante de su muerte.

Además de De la Cruz, el supuesto naturista vacunó a otras nueve personas que se encuentran bajo tratamiento médico debido a que presentan hematomas en los glúteos, en donde el supuesto naturista los inyectó.

Estos pacientes padecen de otras complicaciones de salud después de recibir la sustancia desconocida.

El caso ocurrió en el poblado de Rancho Arriba, del municipio San José de Ocoa, en donde el naturista, sólo conocido como “Rafael” o “Rafelito”, llegó apadrinado por un primer teniente del Ejército Nacional identificado sólo como “Bin”.

El “operativo médico” se llevó a cabo en la casa de la Olga (Olguita) Morfa, contra quien también se querellaron los familiares de la mujer fallecida.

“Nos querellamos ante la Fiscalía de San José de Ocoa y de ahí pasó al Departamento de Homicidios de la Policía porque la autopsia determinó que la defunción la causó la sustancia desconocida que se le inyectó en el glúteo izquierdo”, dijo.

Añadió que “nos querellamos contra la señora Olguita, el supuesto médico y el famoso militar”.

Suárez explicó que la sustancia le provocó una serie de complicaciones de salud a su madre.

“La vacuna le puso el corazón grande, le dañó los pulmones, le alteró el hígado y por eso mi madre, cuando murió, estaba cianótica”, cuenta Suárez de la Cruz, quien trabaja como enfermera de un subcentro de Salud Pública.

 

Rancho Arriba paraiso natural