jueves, 15 de noviembre de 2007

Por falta de una obrita de RD$700 mil, más de 8 mil tareas se mantienen sin producir


Los campesinos necesitan una carretera para transportar sus productos


RANCHO ARRIBA, San José de Ocoa.-El economista Blas Olivo denunció que en la comunidad Rancho Arriba, de San José de Ocoa, 250 pequeños productores se ven imposibilitados de poner a producir más de 8 mil tareas, sólo porque la burocracia estatal no ha dispuesto de 700 mil pesos para terminar una pequeña carretera.

Este es el caso de más de 250 pequeños agricultores de la Reforma Agrariaasentados en el valle de Rancho Arriba, en San José de Ocoa, en ocho miltareas de primera calidad. Los últimos gobiernos, incluyendo el actual, hasta ignoran que existe esta comunidad, pues carece de las obras más elementalespara facilitarle el emprender el camino hacia el desarrollo.

Esta es la desgracia de una comunidad que como Rancho Arriba, con todos los recursos naturales a su alcance, no puede explotarlos racionalmente enbeneficio de su gente, porque no tiene dolientes en organismos como lasSecretarías de Estado de Agricultura, Obras Públicas y Comunicaciones, Banco Agrícola, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos e Instituto Agrario Dominicano llamadas a ejecutar las políticas estatales para apoyar eldesarrollo rural.

El valle de Rancho Arriba, bautizado como la Suiza de República Dominicana, está bordeado por los ríos Nizao, Banilejo, Comedero y Arroyo Caña, tiene condiciones excepcionales para la producción de vegetales orgánicos bajo invernaderos, por su reducida contaminación ambiental, su agradable temperatura anual de 16 grados centígrados, una altura de 720 metros sobre el nivel del mar y una pluviometría de 1,800 milímetros de lluvia.

Se estima que solo durante el pasado año, los agricultores de este valledejaron de aportar al país más de 70 millones de pesos en las cosechas de café, guineos, yuca, naranjas, maíz, habichuelas y diversos vegetales, por dificultad para sacar los productos de las parcelas debido al mal estado de los caminos, bajos precios pagados por los intermediarios e imposibilidad de usar riego para mojar los cultivos.

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