Esta carretera de tan solo 30 kilómetros, que serviría de enlace a las regiones Norte y Sur del país a través de la Cordillera Central, abarataría los costos de transporte, desahogaría el transito por las autopistas Duarte y Seis de noviembre, evitaría accidentes y facilitaría la dinámica económica de todo el corredor de la vía.
Desde hace más de 30 años, los pobladores de estas comunidades han venido reclamando de los gobiernos la reparación y ampliación de esta importante vía, como un medio para apoyar el desarrollo de actividades productivas y mejorar las condiciones de vida de más de 80 mil personas que habitan en la zona.
Esta carretera une las poblaciones de Piedra Blanca y Juan Adrián de la provincia Monseñor Nouel con Rancho Arriba, Nizao, Sabana Larga y el municipio cabecera de la Provincia San José de Ocoa, al nivel del Cruce de Ocoa.
Más de 50 asociaciones de estas poblaciones, convocadas por la Fundación para el Progreso de Rancho Arriba (FUPRA) y la Iglesia Católica, participaron el sábado pasado en una asamblea del pueblo en Rancho Arriba, acordaron iniciar una serie de actividades incluyendo citas y reuniones con funcionarios, para reclamar al gobierno la construcción de esta obra.
Además acordaron realizar movilizaciones de masas en cada una de las poblaciones, así como llamar la atención de los legisladores (senadores y diputados), ediles (síndicos y regidores) para que asuman la obra como parte de sus atribuciones provinciales y municipales.
Hay que resaltar que a pesar de las malas condiciones en que se encuentra y del abandono al que a sido sometida durante tanto tiempo, en las tormentas que han pasado ha sido la única vía a través de la cual ha podido llegar medicina y medicamento a los habitantes de las comunidades aisladas incluyendo el municipio cabecera de la provincia.
Rancho Arriba paraiso natural
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